lo admito: se me llevan los demonios cada vez que oigo ronquidos...
no lo puedo evitar...
se podría pensar que soy un poco tiquismiquis, muy poco comprensiva e incluso algo egoista; pero el caso es que con la que está cayendo, con mas de seis millones de personas buscando empleo y sin encontrarlo... me parece una falta de respeto tener que oir ronquidos mientras trabajo...
porque a mí me cuesta un mundo levantarme cada mañana... tomo un café tras otro para mantenerme despierta... hago lo mío, lo que no es mío y reviso lo de los demás...
y tener la certeza de que mientras tú estás trabajando... poniendo atención para no equivocarte... revisando lo hecho para evitar errores... haya alguien en la mesa de detrás durmiendo tan ricamente como para llegar a roncar... lo siento, pero eso no está bien...
y como te decía se me llevan los demonios... y entonces toso, carraspeo, dejo que suene el teléfono mas de tres tonos para ver si funciona a modo de despertador... tiro al suelo la grapadora, los cuños y todo aquello que pueda caer sin romperse...
y llamo a gritos a mi hermana que está en la caja (yo!? que siempre he dicho que teniendo teléfonos para pasar llamadas, y piernas para andar, había que evitar dar gritos...)
todo para sacar de sus sueños a alguien que no entiende que en horario laboral una no debería apoyarse en la mesa (como hacen los niños) y pillar postura para echarse un sueñecito...
y se me llevan los demonios... no lo puedo evitar... y busco nuevas maneras de ejercer de despertador, pero admito que se me acaban las ideas...
y lo peor!?... lo que mas me desespera!?... que estoy convencida de que ella está convencida de que nadie se da cuenta de que se pasa las mañanas y las tardes durmiendo... estoy convencida de que cree que lo hace tan bien (lleva casi un año practicando) que no sabemos que se duerme...
en fin... al final tendré que cambiar mis cafés por valerianas... porque te juro que se me llevan los demonios...
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