depende...

el otro día estaba tranquilamente en la caja pensando en mis cosas porque la jefa no había llegado, el hermano del jefe no recuerdo donde estaba y mi hermana se había a clase, así que aunque no me guste estar en la caja y lo evite siempre que me es posible evitarlo, ahí estaba yo, en la caja y aprovechando el tiempo para mirar la web de la tienda a ver si todo estaba en su sitio, cuando una chica se coló detrás del mostrador (tenemos una especie de paraban, que mas que paraban es un anuncio que nos dio un proveedor y lo ponemos en esa esquina de la tienda para que la gente no se cuele ahí) y empezó a tocar unas cosas que están en una vitrina donde pone claramente y en mayúsculas: "no tocar". la miré de reojo un par de veces, mas que nada para que no se metiera nada en el bolso, que una no sabe de quien se puede fiar, y para que negarlo, porque no me gusta que la gente se cuele donde no se tiene que colar (manías que tengo, que quieres que le haga)

el caso es que después de toquetearlo todo, ignorando el cartel de "no tocar", se dirige a mí en un tono que yo no definiría como educado y me dice que cómo sólo quiere eso se lo cobre y ya.

le explico con mi mejor sonrisa y un tono educado de cajera que lo siento pero que tendrá que esperar a la atiendan y que si no le importa salga de donde está porque por ahí entran y salen mis compañeros y no se puede estar. a lo que ella me contesta ofendidisima que no hay ningún cartel que prohiba el paso (no, no hay cartel, hay un anuncio cruzado que hay que apartar para pasar, y no le digo nada del cartel de "no tocar" que como te decía está en mayúsculas del que ella ha hecho caso omiso) y le repito en el mismo tono neutro y educado de cajera que no hay cartel, pero que yo le informo, y que si no le importa, que no se puede estar ahí...

la chica se reune con su amiga y durante unos cinco minutos soy sometida a miraditas (todas sabeis de que miraditas hablo) y risitas acompañando esas miraditas que me dejan claro que me están llamando de todo menos bonica... y yo aguanto, como profesional que soy, ajena al entorno, como si fuera sorda y ciega y no me diera cuenta...

por fin les toca el turno y le tiran (literalmente) a mí compañera el material que han cogido y que no debían de coger y le dicen que yo no he querido cobrarles que les diga ella cuanto es en imaginate que tono para que mi compañera les haga la nota quitando el descuento que a veces hacemos.

(porque digo yo que hay que tener pocas luces para buscar la complicidad de mi compañera hablando mal de mí... porque a ti no te conoce y conmigo pasa ocho horas al día... en fin...)

mi compañera me da la nota, yo les digo (manteniendo el tono neutro y educado e incluso la sonrisa profesional) cuanto es y me tiran (y no es una manera de hablar) un billete con descarado desprecio.
sin dejar de sonreir, les doy el cambio, pensando con alivio que por fin iba a perderlas de vista y entonces una de ellas (la que se había colado donde no debía) me dice muy digna:

- y que sepas que un poquito de educación no te vendría mal.

y entonces admito que ya no pude mas... que mi savoirfare desapareció y le dije que yo solo le había pedido que saliera de donde no se podía estar, que si quería un cartel, mirase ese que ponía "no tocar" que ella había ignorado, y que al parecer teníamos conceptos distintos de la educación, porque a mí sinceramente no me parecía muy educado querer colarse al resto como ella había intentado hacerlo...

se fue roja y ofendida... y yo me di cuenta al mirar el calendario de que era san valentín... y pensé que hay mucha gente que paga sus frustraciones con los pobres trabajadores que por estar cara al público parece que tengamos que sonreir y aguantar mas de lo aguantable...

lo tenía que contar...
   

3 comentarios:

Josiane dijo...

Los sicólogos y los siquiatras deben de pasar calamidades económicas desde que nos desahogamos en nuestros blogs. Muy bien por contarlo, y aquí estamos tus lectores y lectoras para comprenderte. Besos.

Mercedes Ridocci dijo...

Pero mira donde fue a dar esa maleducada con su frustración amorosa.
¡En fin!, lo que te toca aguantar.
Tienes una imaginación que me encanta.
Besos
Mercedes

erato dijo...

Admiro la paciencia y la sonrisa que tienes que aguantar a personajes así.A mi solo de leerlo me pone de mala hostia con perdón.Sí que tienes ahí materia prima para escribir.Qué panda, mare de deu!Un beso, bonita